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Salta Torneo Federal A Juventud Antoniana

Juventud Antoniana vivió un viaje de terror y otro bochorno

El colectivo se rompió tres veces, los jugadores se autogestionaron la comida, lo que luego fue negado por Pepe Muratore, al regreso quedaron varados en la ruta y tuvieron que ser auxiliados en autos particulares.

Pobre Juventud Antoniana. Es triste ver su presente, con tanta historia, popularidad y grandeza a cuestas.
Lo del santo ya es un bochorno en muchos órdenes. Porque cuando a la crisis financiera se le suma la desidia dirigencial, cuando las cabezas visibles deciden tomarse sus licencias en el peor momento y cuando desde adentro no hay soluciones y desde afuera la ayuda de los pocos que pueden y quieren colaborar y comprometerse es insuficiente, es difícil que las cosas salgan bien, como por arte de magia, y que el futuro no sea desalentador.
Juventud estuvo a punto de ser inhibido y de no poder usar sus refuerzos para el presente torneo Federal A por las deudas a futbolistas del anterior proceso. Y cuando logró parcharse esta pérdida, las roturas comenzaron a multiplicarse rápidamente por todos lados, colmando la paciencia de los futbolistas del actual plantel.
La dirigencia armó un plantel numeroso que al parecer no puede sostener, por no poder brindarle las comodidades básicas: salarios, viviendas en algunos casos, como sucedió con Claudio Acosta, y las mínimas y elementales comodidades para entrenar (fueron los mismos jugadores los que denunciaron no tener ni agua ni luz en los vestuarios). Como consecuencia de ello se marcharon dos jugadores tras una intimación y otro fue despedido “sin explicación”, según manifestó el propio futbolista.
Los que se quedaron se propusieron resistir. Pero fueron víctimas de otro bochorno
El viaje del plantel a Misiones, donde perdieron 1 a 0 con Crucero del Norte, fue una pesadilla para el grupo: el micro que los trasladaba se quedó sin nafta en mitad del camino y los futbolistas tuvieron que gestionarse la comida. Con todas esas peripecias a cuestas, el santo jugó su partido.
Luego del silencio de los dirigentes ante el bochornoso viaje de Juventud, Pepe Muratore se comunicó con El Tribuno para aclarar que la dirigencia sí le pagó al plantel las comidas pertinentes del viaje a Misiones.
Pero la cosa no terminó ahí y lo peor estaba reservado para el viaje de regreso, en el que los futbolistas vivieron una verdadera pesadilla. El colectivo volvió a carecer de combustible en la provincia de Chaco y, tras enmendar este nuevo problema, no sin antes predisponer e incomodar al grupo de jugadores, varios kilómetros más adelante, en la localidad chaqueña de Taco Pozo el colectivo pinchó una goma y dejó completamente varados y sin auxilio a los pasajeros en la ruta.
Aunque parezca mentira, varios jugadores tuvieron que recurrir a caminar por la ruta y a hacer “dedo”, y algunos lograron ser asistidos por automovilistas y camioneros, quienes los acercaron hasta la localidad de El Quebrachal. Otros optaron por quedarse en el micro a cuidar las pertenencias.
Y hasta el cierre de esta edición el plantel de Juventud aún no había podido regresar a Salta. Para colmo de males, en tres días deberán recibir a San Jorge de Tucumán.
¿Habrá sido esta la gota que colmó el vaso en el plantel?.

FUENTE: DIARIO EL TRIBUNO SALTA.

FOTO: SANTA PEREGRINACIÓN.

Domingo 07 de octubre de 2018, 20:59

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Foto: Diario El Tribuno Salta.